Hna. Hilda del Carpio.
Estábamos las mujeres orando, y me viene a mi mente mi nieto; entonces empecé a orar por él. Después de la oración voy a ver a mi nieto que estaba en una cochera con su papá, cuando un señor me dice su nieto por suerte está vivo y veo los cables de corriente eléctrica rotos, mi nieto había estado jugando con los cables de corriente y el señor me dijo: el niño rompió los cables con corriente. Preguntándole la hora en que sucedió coincide con la hora que estuve orando por él. Doy gracias a Dios porque el señor lo guardó.