Verso: Nehemías 4:1-23
Cuando el pueblo de Dios se levanta en su deseo ardiente de buscar el reino de Dios y su justicia, cuando como creyente entendemos los propósitos de Dios en nuestra vida y en el lugar donde Dios nos ha puesto, el enemigo de nuestra alma se levantara como león rugiente deseando que todo lo que hemos edificado en Dios a través de su Espíritu se venga abajo, poniendo en nuestro corazón desaliento, desanimo, apatía, temor, miedo, pero como pueblo de Dios sabemos que "el Señor NO nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder y dominio propio... 2 Timoteo 1:7" ; eso es lo que pasó cuando Nehemías levantó el muro de Jerusalén, Sabalat no quería que el pueblo de Israel se levantara y quiso amedrentarlos, mas ellos siguieron construyendo el muro con gran ánimo, así es como los hijos de Dios debemos seguir adelante, mirando al único autor y consumador de la fe, nuestro ayudador estará con nosotros cada día en nuestra batalla para ayudarnos a vencer y alcanzar el propósito de Dios en nosotros.
Así como el pueblo de Israel, aprendió a defenderse y creyó en Dios, tomando estrategias para defenderse de los ataques del enemigo (v. 16-17) así también debemos estar alertas y vigilantes como nos dice el Señor en su palabra, “Velad en todo tiempo” debemos estar preparados, con la armadura de Dios y las armas espirituales poderosas para demostrar fortalezas que Dios nos ha dado a través de Jesús, El es nuestro ejemplo, el vencedor, el que venció a la muerte y resucitó para darnos a su iglesia el poder y la autoridad para ser mas que vencedores en El.
Nuestro Dios es el que peleara por nosotros, saldrá como poderoso gigante en defensa de su pueblo, aleluya, gloria al Señor.