Quiero glorificar a través de este testimonio a mi Dios Todopoderoso.
A la edad de 10 años salí de mi tierra hacia la ciudad de Piura en compañía de mi hermana y presentándose la oportunidad de trabajo para una señora viajé a la ciudad de Lima, en donde vendía marcianos (chupetes de helado) y hacia todo tipo de recados. Pasado el tiempo empecé a extrañar a mis padres porque la señora me trataba mal y me producía temor; esto ocasionó tenerle cólera a mi madre y me preguntaba: " ¿ Porqué me dejó venirme a Lima?......... trayendo amargura en mi corazón, esto me llevó a jugar dados y para poder mantenerlo le sustraía dinero a mi patrona; al tiempo fui descubierto y echado fuera de la casa; por lo que me fui a vivir a la casa de una tía. Con ella trabajaba vendiendo ropa; para desgracia mía en una oportunidad me la robaron, razón por la cual me enviaron a mi tierra.
Al llegar; abracé fuertemente a mi madre y en mi llanto desconsolado solo la culpaba por todo lo que había vivido, solo pude permanecer 15 días en casa, por el rechazo que sentía hacia ella. Por segunda vez volví a la ciudad de Piura a casa de mi hermano, en donde originó en mi un resentimiento hacia mi cuñada porque trataba mal a mi hermano. Discutí con mi hermano a tal punto que le rompí la cabeza y a mi cuñada casi mato, por lo cual me botaron de la casa.
Me encontré sin saber donde ir; de desesperación en desesperación me llevaron a las drogas, pasados los días me dediqué a comprarla y venderla hasta el momento que la policía empezó a seguirme los pasos de los cuales me libraba por no tener un lugar fijo donde vivir. Dormía en los jardines, el temor me llevó a viajar a la ciudad de Tumbes con un amigo pasador de droga. En ésta ciudad empecé a trabajar de guardián pero sin mucho porvenir porque no tenía documentos. Siendo aun joven insistí en hacer mi servicio militar pues no tenía donde ir y éste era una posibilidad de contar con una casa.
Durante 2 años nadie nunca me visitó agudizando aun más mi tristeza; salí del servicio militar amargado, resentido y lleno de ira, buscaba trabajo pero me iba mal; cayendo asi en dedicarme a robar y asaltar. Conformé una banda con los que cometíamos asaltos, caí preso 2 veces; solo sentía el deseo de matar o que me maten; en esa condición llegué a leer una carta de mi madre que decía: " Que solucionase mi problema y que NO contase con ella"... Después de esto mi banda cae presa; yo por la misericordia de Dios pude escapar, volví a la ciudad de Piura y conocí a un amigo que me invitó a vivir en la Ciudad de Chimbote; oportunidad que no desperdicié pues deseaba tener paz ya que mis sueños se tornaban terribles.
Aqui conocí la palabra de Dios y fui invitado a un grupo de oración donde conocí a mi madre espiritual la Pastora Laura Mori Lamas con ella recibí a Jesus y pude experimentar el amor, la gracia y paz que solo Dios da, acepté su perdón y su salvación fue tal que el gozo que sentía era amor por todo el mundo.
Camino a casa decidí votar el cuchillo que utilizaba para asaltar y protegerme, dejar las drogas y el licor. Mi deseo solo era corresponder al Amor de Dios y desde ese momento solo hablaba de Jesús, me llenaba de su palabra y lo buscaba en oración; fueron días en los cuales mis ojos se llenaron de lágrimas como producto del arrepentimiento por mis malos caminos.
Han pasado 16 años de estar en los caminos de Dios, tengo por la gracia de Dios un ministerio Evangelístico. El Señor me dio una esposa maravillosa y un hijo precioso. Actualmente tengo un trabajo digno, la relación con mis padres y mis hermanos ha sido restaurada, los amo mucho y mi corazón esta sano. ¡SOY FELIZ¡