El Señor empezó su obra en mi vida aún antes de conocerlo porque cada vez me sumergía problemas muy grandes, circunstancias difíciles, en esos momentos no había nadie a quien acudir; sólo pude clamar a ese Dios que sólo de oídas había oído y fue tanto mi clamor que Dios me oyó. Dios comenzó a poner esa necesidad de buscarlo y puso en mis caminos a unos pastores que me compartían de Dios y oraban por mí, ellos me invitaban a congregar. Pero el hecho que al compartirles mi problema me sentía bien entonces no asistía a su congregación; llegó un día en donde ya no podía negarles asistir a su invitación y fui. Era un primero de enero de 1995 que Dios allí me tocó y me transformó totalmente; era tanto la llenura de Dios en mí que predicaba a cada persona que se acercaba a mí, e incluso toda mi familia se convirtió y todos mis problemas desaparecieron; todo cambió.
Pero todo pasó y me aparte; comencé a vivir nuevamente en mis propios caminos y todo se complicó; mi hija mayor enfermó, yo clamaba a Dios y la sanaba en su misericordia; así transcurrían los días; pero llegó a un punto en que mi hija empeoró aun más en que ya no había los medios económicos para tratar las enfermedades que le sobrevenían una tras otras y cada vez más fuertes.
Hasta que llegue a la Iglesia Cristiana Bienvenido Espíritu Santo al llegar a este lugar me reconcilié con el Señor y Dios volvió a tocar mi vida; me devolvió el gozo, la paz, y la sanidad a mi hija; me quedé en este lugar porque se sentía a flor de piel la presencia de Dios y el amor que rodeaba a todos en este lugar. En estos tiempos era padre soltero con una hija y aquí conocí a mi esposa a la mujer que Dios había preparado para mí; Dios me bendigo grandemente en este lugar; tengo a cargo un ministerio de parte de Dios y también fui bendecido con tres niños más y cada uno son un milagro viviente de Dios porque cada uno de ellos tienen propósitos en Dios.
Le doy gracias a Dios por haberme guiado a este lugar donde el poder y la gloria de Dios se manifiestan cada día llenándonos y llevándonos cada día al cumplimiento de sus propósitos.